Tortuga cuello de serpiente

Chelodina longicollis

Nombre común

Tortuga cuello de serpiente

Hábitat

Aguas dulces de cursos lentos, estanques, lagunas, arroyos, humedales temporales y permanentes
Características

Familia

Chelidae

Orden

Testudines

Clase

Reptilia

Gestación

Entre 55 y 125 días, dependiendo de la temperatura ambiental.

Nº de crías

Entre 20 y 40 huevos por nidada.

P. Reproducción

Larga, entre 120–150 días con posible diapausa embrionaria. Reproducción entre septiembre y diciembre, con puesta entre octubre y diciembre

Dieta

Oportunista acuático, se alimenta de invertebrados acuáticos (insectos, larvas, crustáceos), pequeños peces, anfibios, carroña, e incluso material terrestre que llegue al agua

Vida

En libertad: 30–35 años En cautividad: Similar, 30–37 años

Biología y comportamiento

La tortuga cuello de serpiente común es una especie semiacuática endémica del este de Australia. Su rasgo más característico es su largo cuello, que puede alcanzar hasta el 60 % de la longitud de su caparazón. Este cuello no se retrae como en otras tortugas, sino que se pliega lateralmente bajo el caparazón, lo que la clasifica en el grupo de tortugas pleurodiras. Su caparazón es ovalado, de color marrón oscuro o negruzco, y su plastrón es claro con manchas oscuras. Su dieta es principalmente carnívora: captura peces, larvas, crustáceos y anfibios mediante emboscadas rápidas, impulsando el cuello con gran velocidad. Tiene adaptaciones para vivir en aguas estancadas y temporales, como pulmones altamente vascularizados que le permiten absorber oxígeno de forma eficiente en la superficie. Además, puede tolerar cierto grado de desecación y pasar largos periodos enterrada bajo tierra húmeda si el entorno se seca. Su morfología refleja una especialización única entre las tortugas de agua dulce.

Esta tortuga presenta un comportamiento predominantemente solitario, aunque en ambientes favorables puede compartir hábitat con otros individuos. Es diurna y pasa la mayor parte del día en el agua, aunque sale con frecuencia a tomar el sol sobre rocas o troncos, una conducta clave para su termorregulación. En periodos secos, puede desplazarse por tierra hasta varios kilómetros en busca de nuevas masas de agua, y si no las encuentra, entra en estivación excavando refugios bajo hojarasca o barro. Tiene un comportamiento defensivo muy peculiar: cuando se siente amenazada, expulsa un líquido fétido de unas glándulas situadas cerca del plastrón, de ahí su apodo en inglés “stinker”. También puede emitir silbidos o bufidos al ser manipulada. Durante la reproducción, las hembras excavan nidos alejados del agua, lo que las expone a depredadores como zorros, cuervos o reptiles. No presenta conductas sociales complejas, pero es altamente territorial respecto a zonas de descanso y alimentación.

Aunque actualmente se encuentra clasificada como “Preocupación menor” por la UICN, la tortuga cuello de serpiente enfrenta presiones ecológicas crecientes. Entre las amenazas más significativas están la pérdida de humedales por urbanización y agricultura, la contaminación de aguas dulces y la depredación de huevos por especies introducidas como el zorro rojo. Además, el cambio climático podría alterar su ciclo reproductivo y la disponibilidad de cuerpos de agua temporales. No está incluida en CITES, y aunque no existen programas formales de cría en cautividad, es una especie mantenida ocasionalmente en zoológicos australianos y por herpetocultores. Su tolerancia a la sequía y su movilidad entre estanques le otorgan cierto margen de adaptación, pero las poblaciones urbanas o fragmentadas requieren atención. El mantenimiento de corredores acuáticos y la protección de zonas de nidificación son medidas clave para su conservación a largo plazo. La educación ambiental en Australia incluye esta especie como ejemplo de adaptación extrema entre reptiles.

Algunas
curiosidades

Su largo cuello puede extenderse con gran rapidez para atrapar presas, funcionando como una “lanza hidráulica” oculta.

El cuello no se esconde dentro del caparazón hacia atrás como en otras tortugas, sino que se pliega lateralmente, una característica del grupo Pleurodira.

Tiene un mecanismo de defensa singular: cuando se siente amenazada, segrega un líquido maloliente por glándulas cercanas al caparazón, razón por la que se le llama “tortuga pestosa” en inglés.

Es capaz de moverse por tierra hasta 5 km en busca de agua cuando su estanque se seca, lo que la hace una de las tortugas de agua dulce más móviles.

En años muy secos puede entrar en estivación, un tipo de hibernación veraniega, enterrándose en el barro hasta que regrese la humedad.

Aunque vive en agua, necesita salir a respirar con frecuencia y puede permanecer hasta 30 minutos sumergida en reposo.

Su dieta incluye peces, renacuajos, insectos, moluscos y carroña, lo que la convierte en un reciclador natural en el ecosistema.

La coloración oscura de su caparazón le permite absorber más calor del sol, útil para mantener la temperatura corporal óptima.

La forma puntiaguda de su cabeza y su cuello retráctil lateral la distinguen claramente de otras tortugas australianas.

Las crías son completamente independientes desde la eclosión y reciben ningún cuidado parental.

Sus huevos pueden entrar en “diapausa”, un estado latente que les permite retrasar la eclosión hasta condiciones óptimas.

Los machos cortejan a las hembras mediante movimientos laterales del cuello y mordisqueos del borde del caparazón.

Puede vivir más de 30 años tanto en libertad como en cautividad, si las condiciones son adecuadas.

Se considera una especie bioindicadora de la calidad del agua en las zonas que habita.

No es común como mascota fuera de Australia, pero en su país se cría bajo licencias específicas de conservación.

A menudo comparte hábitat con otras especies de tortugas del género Emydura y Elseya, aunque rara vez compite directamente por alimento.

Está perfectamente adaptada a hábitats efímeros: puede reproducirse incluso en charcas temporales si el clima lo permite.

En algunas culturas aborígenes australianas, su figura está ligada a relatos sobre la creación del agua y la lluvia.

Su movimiento terrestre recuerda al de un reptil más que al de otras tortugas, debido a su cuello y postura alargada.

A pesar de su aspecto primitivo, posee un comportamiento ecológico sofisticado y gran resiliencia ambiental.