Hystricidae
Rodentia
Mammalia
66–112 días
Un parto al año
No se han identificado programas específicos de reproducción en cautividad para esta especie.
Se alimenta principalmente de raíces, tubérculos, cortezas, frutas caídas y cultivos agrícolas. Ocasionalmente consume insectos, pequeños vertebrados y carroña. También roe huesos para obtener calcio y afilar sus incisivos
En libertad: Hasta 20 años. En cautividad: Hasta 28 años
El puercoespín común (Hystrix cristata) es el roedor más grande de Europa y uno de los mayores de África. Se distingue por su cuerpo compacto y su cubierta de púas rígidas, blancas y negras, que pueden alcanzar más de 30 cm de largo. Estas púas son una adaptación defensiva altamente eficaz. A diferencia de los erizos, sus púas no están adheridas a músculos, sino que pueden erizarse o soltarse si el animal se ve amenazado. Presenta una cabeza grande con incisivos desarrollados, ojos pequeños y patas cortas con uñas fuertes. Es un animal plantígrado, camina apoyando toda la planta del pie. Su alimentación incluye raíces, tubérculos, corteza y frutos, aunque también roen huesos para obtener calcio. Vive en madrigueras excavadas o en cuevas naturales, donde permanece oculto durante el día. Su anatomía y comportamiento le permiten sobrevivir tanto en ambientes húmedos como áridos.
El puercoespín común es un animal nocturno, solitario o que vive en parejas monógamas, aunque también puede formar pequeños grupos familiares. Durante el día permanece oculto en madrigueras o grietas rocosas, que puede excavar él mismo. Es estrictamente terrestre, aunque sabe nadar si es necesario. Sus desplazamientos nocturnos se centran en la búsqueda de alimento, y puede recorrer varios kilómetros en una sola noche. Cuando se siente amenazado, emite un sonido de traqueteo con las púas huecas de la cola, eriza sus espinas y, en última instancia, carga hacia atrás para clavar las púas en el agresor. Este comportamiento defensivo ha sido documentado incluso contra grandes carnívoros. Muestra fidelidad territorial y utiliza el marcaje con orina para delimitar su espacio. Aunque tiene mala vista, se guía eficazmente por el olfato y el oído.
El puercoespín común está clasificado como “Preocupación menor” (LC) por la UICN gracias a su amplia distribución y tolerancia a hábitats modificados. Sin embargo, enfrenta amenazas localizadas, especialmente en el norte de África, donde es cazado por su carne y sus púas. En Europa, concretamente en Italia, está protegido por leyes nacionales y directivas comunitarias, aunque persisten casos de persecución en zonas rurales. Su baja tasa reproductiva y el uso de venenos o trampas en áreas agrícolas pueden afectar negativamente a poblaciones locales. No figura en los apéndices de CITES, y no existen programas formales de conservación ex situ. Aun así, es una especie monitorizada en varias reservas y parques. Su capacidad de adaptación es alta, pero su conservación a largo plazo requiere vigilancia frente a la expansión humana y los conflictos con agricultores.
El puercoespín común puede levantar una gran cresta de púas sobre su lomo cuando se siente amenazado, dándole una apariencia más imponente.
Tiene un conjunto de púas huecas en la cola que produce un traqueteo audible a varios metros de distancia.
Aunque parece lento, puede desplazarse con rapidez si se ve en peligro.
Su comportamiento defensivo puede causar heridas graves a grandes depredadores como leones, hienas o leopardos.
En la antigua Roma, sus púas se usaban como talismanes y en rituales mágicos.
En algunas culturas africanas, se considera símbolo de protección y resistencia.
Roe huesos no solo por calcio, sino para afilar sus incisivos, que crecen continuamente.
Las madrigueras pueden tener varias entradas y compartirse entre individuos de la misma familia.
Es capaz de convivir cerca de zonas humanas y adaptarse a terrenos cultivados y áreas periurbanas.
Tiene una longevidad destacable para un roedor: hasta 28 años en cautividad.
Los jóvenes nacen con púas blandas que se endurecen pocos días después del nacimiento.
A diferencia de muchos roedores, muestra cuidado parental prolongado.
Cuando camina eriza las púas del lomo, creando una silueta ondulante muy característica.
Puede emitir gruñidos y bufidos si se siente amenazado.
No todos los individuos construyen sus propias madrigueras; algunos ocupan estructuras abandonadas por otros animales.
En zonas montañosas, se ha observado hasta los 2.500 metros de altitud.
Su distribución europea se concentra en Italia y Sicilia, probablemente por introducción humana.