Equidae
Perissodactyla
Mammalia
~330–450 días
Usualmente 1 potro, raramente dos
No aplicable; raza doméstica base, pero algunas variantes de poni (Shetland, Exmoor) incluyen programas de conservación genética patrimonial.
Consumo fundamental diario de pasto y heno; en establos reciben cereales (avena, cebada, maíz), piensos concentrados y forrajes como alfalfa y trébol. Precisan de 7–11 kg/día y entre 38–45 L de agua.
En libertad: Las poblaciones semi-salvajes mantienen el contacto con el ser humano. En cautividad: Hasta 30–40 años, con registros excepcionales >40 años
El poni es una variedad de caballo doméstico caracterizada por su menor alzada (≤ 1,48 m a la cruz sin herraduras), resultado de adaptaciones naturales y selección artificial. Aunque conserva todas las características anatómicas de los caballos, presenta proporciones corporales más compactas: cuerpo robusto, patas cortas, cuello fuerte y crin abundante. Su sistema digestivo está diseñado para aprovechar pastos de baja calidad durante largas horas de pastoreo. Los ponis han evolucionado en regiones montañosas y frías como las Islas Británicas, Escandinavia y Asia Central, lo que explica su pelaje denso y su capacidad para almacenar energía. A nivel sensorial, poseen agudeza auditiva y olfativa, y una excelente visión lateral. Su dentición está adaptada a cortar y triturar fibra vegetal. Existen múltiples razas de ponis, desde el Shetland, de menos de un metro, hasta el Connemara o el Haflinger, con características más parecidas al caballo. Su longevidad, rusticidad y versatilidad les ha convertido en animales de compañía, tiro y terapia.
El comportamiento del poni es similar al del caballo, aunque con matices ligados a su inteligencia y rusticidad. Son animales gregarios y sociables que establecen jerarquías claras dentro del grupo. En manadas, suelen formar lazos duraderos, especialmente entre madres y crías. Los ponis son curiosos, atentos y tienen una gran memoria, lo que facilita su adiestramiento con refuerzo positivo. No obstante, pueden mostrarse testarudos si no confían en su cuidador o si detectan inseguridad. Son animales diurnos, activos desde el amanecer hasta el atardecer, dedicando gran parte del día al pastoreo y al descanso en posición de pie. Son hábiles para escapar de recintos mal cerrados y pueden desarrollar comportamientos repetitivos (estereotipias) si se encuentran confinados sin estímulo. Las razas de menor tamaño son empleadas con frecuencia en actividades ecuestres para niños y en terapias asistidas, gracias a su carácter dócil y predecible. Algunos ponis asilvestrados mantienen comportamientos similares a los de los caballos salvajes.
Como subespecie doméstica, el poni no se encuentra bajo amenaza global, pero muchas de sus razas tradicionales están en declive debido a la mecanización del campo y la pérdida de usos rurales. Razas como el Exmoor, Dartmoor, Asturcón o Garrano han sido incluidas en programas de conservación genética por entidades nacionales e internacionales. Aunque el Equus ferus caballus no está evaluado por la Lista Roja de la UICN, su ancestro salvaje directo (Equus ferus) está catalogado como “En peligro” debido a la pérdida de hábitat y la hibridación. Algunos ponis viven en semilibertad en reservas naturales como el New Forest (Reino Unido), donde cumplen funciones ecológicas importantes, como el control del matorral y el mantenimiento de pastos abiertos. En estos casos, su gestión incluye seguimiento veterinario, control de natalidad y protección frente al tráfico rodado. Las organizaciones de razas puras promueven el registro genealógico, la cría ética y la recuperación de linajes tradicionales.
La palabra “poni” no indica una especie distinta, sino una categoría de tamaño dentro del caballo doméstico.
Los ponis Shetland, originarios de las islas del mismo nombre, pueden medir menos de 90 cm de alzada.
A pesar de su tamaño, son increíblemente fuertes: algunos pueden arrastrar hasta el doble de su peso corporal.
Su pelaje invernal es mucho más denso que el de los caballos, lo que les permite vivir al aire libre durante todo el año.
En muchas culturas antiguas, los ponis eran considerados símbolos de fuerza, resistencia y lealtad.
El Exmoor pony es una de las razas más antiguas y puras de Europa, presente desde la Edad del Hierro.
Son excelentes compañeros para terapias asistidas por animales, especialmente con niños o personas con diversidad funcional.
Los ponis tienen gran capacidad de aprendizaje y pueden realizar ejercicios de doma o salto a pequeña escala.
En zonas rurales europeas se les empleaba antiguamente para trabajar en minas por su resistencia y tamaño reducido.
Son extremadamente longevos: hay registros de ponis que han vivido más de 45 años.
En estados como California o Galicia, algunos grupos de ponis viven en semilibertad bajo supervisión.
Tienen fama de testarudos, pero en realidad evalúan cuidadosamente su entorno antes de actuar.
Se les puede enseñar a tirar de carros, realizar paseos turísticos o incluso labores de pastoreo.
En Escocia y Gales, aún se emplean en festividades locales o como monturas tradicionales.
Los ponis se han adaptado incluso a climas extremos como los de Mongolia o Islandia.
El cruce entre poni y caballo grande da lugar a los llamados “cob” o razas intermedias, muy utilizadas en doma clásica.
Algunas razas, como el poni de Java, se han adaptado a selvas húmedas y suelos volcánicos.
En la actualidad, existen federaciones específicas para ponis dentro del mundo ecuestre, con campeonatos internacionales.