Grulla coronada

Balearica regulorum

Nombre común

Grulla coronada cuellígris

Hábitat

Sabana abierta, pantanos y marismas permanentes o estacionales, pastizales ribereños y zonas agrícolas cercanas a cuerpos de agua
Características

Familia

Gruidae

Orden

Gruiformes

Clase

Aves

Gestación

28–31 días, compartida por ambos padres. Estaciones lluviosas; varía según región

Nº de crías

Nidos construidos con hierbas en zonas bordeantes de agua; 2–5 huevos por puesta

P. Reproducción

Presentes en varios zoológicos; proyectos de cría con liberación en Uganda

Dieta

Se alimenta de insectos, pequeños anfibios, reptiles, semillas, granos y vegetación acuática. Su alimentación es mixta y usa lamidos y movimientos de picoteo sobre suelo húmedo o en el agua

Vida

En libertad: Aproximadamente 20–25 años (datos de campo y observación en su hábitat) En cautividad: Hasta 30 años o más en zoológicos y centros especializados

Biología y comportamiento

La grulla coronada cuellígris es una de las aves más llamativas de África subsahariana, distinguida por su esbelta silueta, su cuello largo y delgado, y su característica corona de plumas doradas erizadas sobre la cabeza. Esta especie presenta un plumaje mayormente gris claro, alas blancas con bordes en tonos marrones y negros, mejillas blancas y un saco gular rojo que se infla durante sus exhibiciones. A diferencia de otras grullas, posee un dedo posterior largo que le permite posarse en árboles, una capacidad única dentro de su familia. Sus patas largas y delgadas están adaptadas a caminar por terrenos pantanosos y praderas húmedas. Su pico es recto y fuerte, diseñado para picotear y rebuscar entre el barro. Sus ojos claros, de iris azul, le dan una expresión penetrante. Su fisiología le permite alternar entre hábitats acuáticos y secos, lo que contribuye a su amplio rango ecológico. Es una especie de metabolismo rápido, activa y siempre alerta en su entorno.
La grulla coronada cuellígris es una especie diurna, territorial y extremadamente social. Forma vínculos monógamos duraderos, y las parejas realizan espectaculares danzas sincronizadas, que incluyen saltos, reverencias, batir de alas y llamadas sonoras, especialmente durante el cortejo y la defensa del territorio. Aunque no migran a largas distancias, sí efectúan desplazamientos locales estacionales en función de la disponibilidad de agua y alimento. Duermen en árboles, gracias a su dedo posterior funcional, y durante el día se alimentan caminando lentamente por humedales y sabanas. Son muy vocales y utilizan sonidos guturales y resonantes para comunicarse con su pareja y alertar a otros individuos. Durante la crianza, ambos padres participan en la incubación y el cuidado de los polluelos, que pueden caminar y alimentarse desde pocas horas después de la eclosión. Fuera de la época de cría, pueden formar grandes grupos mixtos con otras especies de aves acuáticas.

La grulla coronada cuellígris está clasificada como “En peligro (EN)” por la UICN debido a una rápida disminución de su población, que actualmente se estima entre 29.500 y 36.000 individuos. Las principales amenazas son la pérdida de humedales por drenaje, agricultura intensiva, urbanización y contaminación, así como el uso extensivo de pesticidas y la recolección ilegal de huevos y polluelos. También sufren accidentes por electrocución en tendidos eléctricos y caza por conflictos con agricultores. A pesar de su presencia en parques nacionales y reservas, su declive continúa fuera de estas áreas protegidas. Está incluida en el Apéndice II de CITES, lo que regula su comercio internacional. Diversos zoológicos y centros de conservación participan en programas de cría ex situ y educación ambiental. En Uganda y Sudáfrica se han puesto en marcha iniciativas de conservación in situ con enfoque comunitario, incluyendo protección de humedales, vigilancia de nidos y fomento del ecoturismo sostenible.

Algunas
curiosidades

Es la única especie de grulla que puede dormir posada en árboles, gracias a su dedo posterior funcional, similar al de aves paseriformes.

Su “corona” está compuesta por plumas rígidas doradas que sobresalen verticalmente y se agitan con el viento y el movimiento.

Realiza complejas danzas en pareja durante todo el año, no solo para el cortejo, sino también como refuerzo de los lazos sociales.

Los machos y hembras son visualmente indistinguibles, aunque los machos suelen ser ligeramente más grandes.

Las crías nacen cubiertas de plumón y abandonan el nido en menos de 24 horas, siguiendo a sus padres a pie por los humedales.

Es considerada un símbolo nacional en Uganda: aparece en el escudo y la bandera del país.

Su canto es profundo, gutural y resonante, muy diferente del trompeteo de otras especies de grullas.

A pesar de su aspecto elegante, son aves muy resistentes y adaptadas a ambientes tanto secos como inundables.

Se alimentan caminando lentamente y dando suaves golpes al suelo para hacer salir a sus presas.

En temporada de sequía, se desplazan varios kilómetros en busca de humedales temporales.

Son muy longevas en cautividad, pudiendo vivir más de 30 años si se les proporciona espacio, pareja y estimulación.

Son aves extremadamente fieles: muchas parejas permanecen unidas de por vida.

Aunque vuelan con potencia, necesitan una larga “pista” para despegar desde el suelo o el agua.

A menudo conviven con cebúes y otros animales de pastoreo, aprovechando insectos que estos movilizan.

En el folclore de varios pueblos africanos, su corona dorada simboliza sabiduría, nobleza y conexión con el cielo.

Su comportamiento de “baile” ha sido imitado en danzas tribales tradicionales.

Son aves muy observadoras, y en cautividad pueden reconocer cuidadores habituales.

La destrucción de nidos por maquinaria agrícola representa una amenaza creciente para la reproducción.

Los ejemplares jóvenes aprenden la danza por imitación de sus padres desde muy pequeños.

Su presencia en zonas húmedas indica buena salud ecológica y disponibilidad de agua dulce.