Colobo guereza

Colobus guereza

Nombre común

Colobo guereza / Colobo blanco y negro oriental / Guereza abisinio

Hábitat

Bosques tropicales húmedos, bosques de galería, sabanas arboladas y bosques montanos hasta los 3.300 metros de altitud.
Características

Familia

Cercopithecidae

Orden

Primates

Clase

Mammalia

Gestación

Aproximadamente 175 días

Nº de crías

1 por camada

P. Reproducción

EEP

Dieta

Se alimenta principalmente de hojas jóvenes, complementadas con frutas, semillas, corteza y ocasionalmente insectos. Su sistema digestivo especializado le permite fermentar y digerir eficientemente la celulosa de las hojas.

Vida

En libertad: Hasta 20 años. En cautividad: Hasta 24 años

Biología y comportamiento

El colobo guereza (Colobus guereza) es un primate africano de la familia Cercopithecidae, conocido por su distintivo pelaje blanco y negro. Su cuerpo es robusto, con extremidades adaptadas para la vida arborícola y una cola larga que le proporciona equilibrio. Carece de pulgares, una adaptación que le permite moverse ágilmente entre las ramas. Su sistema digestivo está especializado para una dieta folívora, con un estómago multicompartimental que fermenta la celulosa de las hojas gracias a bacterias simbióticas. Esta adaptación le permite aprovechar eficientemente una dieta rica en hojas, incluso aquellas con compuestos tóxicos. Habita en una variedad de ecosistemas forestales, desde bosques húmedos hasta sabanas arboladas, mostrando una notable adaptabilidad ecológica. Su distribución abarca gran parte de África ecuatorial y oriental, siendo una de las especies de colobos más extendidas.

Este primate es una especie diurna y principalmente arborícola, aunque en áreas menos boscosas puede desplazarse por el suelo. Vive en grupos sociales de 8 a 15 individuos, generalmente compuestos por un macho dominante, varias hembras y sus crías. Los machos jóvenes deben abandonar su grupo natal al alcanzar la madurez, buscando formar su propio grupo. La comunicación dentro del grupo incluye vocalizaciones, posturas corporales y expresiones faciales. Una de sus vocalizaciones más distintivas es un fuerte rugido emitido por los machos al amanecer, utilizado para marcar territorio y mantener la cohesión del grupo. Pasa gran parte del día descansando y alimentándose, dedicando tiempo también a actividades sociales como el acicalamiento.

Aunque el colobo guereza está clasificado como “Preocupación menor” por la UICN debido a su amplia distribución y adaptabilidad, enfrenta amenazas en ciertas regiones. La pérdida y fragmentación del hábitat, principalmente por la deforestación y expansión agrícola, ha afectado a algunas poblaciones. Además, es cazado por su piel y carne en varias áreas. Algunas subespecies, como C. g. percivali, están en peligro debido a su distribución limitada y presión de caza. A pesar de estas amenazas, la especie muestra una notable capacidad para adaptarse a hábitats degradados y se encuentra en numerosas áreas protegidas.

Algunas
curiosidades

El nombre “colobo” proviene del griego kolobos, que significa “mutilado”, haciendo alusión a la falta de pulgares en estos primates, una adaptación evolutiva a la vida arborícola.

A diferencia de otros monos africanos, los colobos no pueden agarrar objetos con precisión, pero sus manos en forma de gancho son ideales para desplazarse por el dosel.

Las crías nacen con un pelaje completamente blanco y lo van perdiendo gradualmente en las primeras semanas de vida, adquiriendo su coloración adulta hacia los 3–4 meses.

Su distintiva cola blanca con penacho sirve como señal visual para mantener la cohesión del grupo en movimiento por los árboles.

Pueden realizar saltos de hasta 15 metros de largo de rama en rama gracias a sus potentes patas traseras.

Su dieta es altamente especializada: pueden digerir hojas ricas en taninos que resultarían tóxicas para otros primates.

A diferencia de muchos primates, pasan más del 50% del día descansando para facilitar la digestión folívora.

Los machos emiten potentes llamadas guturales al amanecer para marcar territorio y coordinar la actividad del grupo.

A menudo comparten hábitat con otros primates como cercopitecos y babuinos, pero rara vez interactúan directamente con ellos.

Son extremadamente silenciosos mientras se alimentan, lo que les ayuda a evitar la atención de depredadores.

En algunas culturas de África oriental, el colobo guereza aparece en leyendas como símbolo de sabiduría o guía espiritual.

Su sistema digestivo se asemeja al de los rumiantes, con un estómago dividido en compartimentos para fermentar la celulosa.

En Kenia y Uganda es uno de los primates más representados en el arte tradicional y turismo ecológico.

Son clave en la dispersión de semillas en los ecosistemas forestales, lo que los convierte en ingenieros ecológicos.

La especie ha sido registrada vocalizando en respuesta al sonido de truenos o helicópteros, lo que indica su sensibilidad auditiva.

Pueden compartir sus árboles de descanso nocturno con aves grandes como cálaos, sin mostrar signos de agresividad.

Los colobos no almacenan grasa corporal fácilmente, lo que los hace vulnerables a la pérdida de hábitat y reducción de recursos alimenticios.

En la naturaleza, su longevidad está limitada más por la depredación (águilas coronadas, leopardos) que por causas fisiológicas.

Aunque se adaptan bien en zoológicos, requieren dietas muy controladas debido a su sistema digestivo especializado.

El colobo guereza fue una de las primeras especies africanas representadas en ilustraciones científicas del siglo XVIII, impresionando por su elegante pelaje.