Cerdo vietnamita

Sus scrofa domestica

Nombre común

Cerdo vietnamita

Hábitat

Cultivos, zonas rurales y entornos periurbanos; en libertad se adapta a bosques, matorrales, zonas agrícolas.
Características

Familia

Suidae

Orden

Artiodactyla

Clase

Mammalia

Gestación

112–116 días

Nº de crías

4–10 lechones por camada (puede llegar a 12–14)

P. Reproducción

No aplicable a nivel global; se cría en zoológicos y entornos domésticos.

Dieta

Dieta basada en raíces, tubérculos, hojas, frutas, semillas, invertebrados y ocasionalmente pequeños vertebrados o carroña. En cautividad recibe piensos vegetales, restos domésticos y frutas. Es oportunista y excavador activo del suelo.

Vida

En libertad: 10–12 años en poblaciones asilvestradas o rurales. En cautividad: 15–20 años; algunos casos superan los 25.

Biología y comportamiento

El cerdo vietnamita, conocido también como cerdo de barriga colgante, es una raza doméstica originaria del sudeste asiático, particularmente de Vietnam. Esta raza se caracteriza por su tamaño compacto, cuerpo bajo, patas cortas y una gran barriga que cuelga visiblemente, incluso en ejemplares jóvenes. Tiene una piel oscura con arrugas notables, y un pelaje escaso y generalmente negro. Su morro, largo y flexible, actúa como una herramienta sensorial y de excavación. Es un animal omnívoro con un sistema digestivo eficiente para procesar tanto vegetales como proteínas animales. Su dentición está adaptada para triturar una gran variedad de alimentos, y posee una lengua prensil útil para la manipulación de comida. No tiene glándulas sudoríparas funcionales, por lo que depende del barro y del agua para termorregularse. Su fisiología es robusta y adaptable, lo que le permite sobrevivir tanto en ambientes rurales como en condiciones urbanas o de cautividad.

El cerdo vietnamita es un animal inteligente, curioso y sociable. En libertad o semilibertad, forma grupos matriarcales liderados por hembras adultas, mientras que los machos suelen llevar una vida más solitaria fuera de la época reproductiva. Es diurno y pasa gran parte del día forrajeando, hozando el suelo con su hocico para localizar raíces, insectos y otros alimentos. Se comunica mediante una amplia gama de sonidos —gruñidos, chillidos, bufidos— que expresan estados emocionales, desde el bienestar hasta la alerta. Tiene una excelente memoria espacial y capacidad de aprendizaje, pudiendo reconocer personas, rutas, objetos y rutinas. En cautividad, requiere estimulación mental y física para evitar el aburrimiento y la obesidad. Su comportamiento incluye baños de barro, juegos, vocalizaciones sociales y descanso en grupos. Establece fuertes vínculos sociales y puede ser muy afectuoso si se le maneja con respeto.

Aunque el cerdo vietnamita no se encuentra bajo amenaza directa en su área de origen, su conservación como raza tradicional está en riesgo por la expansión de razas comerciales más productivas. En Vietnam, se desarrollan programas para conservar genéticamente la raza en pequeñas granjas y bancos de germoplasma. Fuera de Asia, ha ganado popularidad como animal de compañía, lo que ha llevado a problemas derivados del abandono de ejemplares que superan el tamaño esperado. En países como España y EE.UU., se han registrado poblaciones asilvestradas con potencial invasor, lo que representa un desafío ecológico. No está protegido por CITES ni evaluado por la UICN de forma independiente, pero se considera bajo observación en programas ganaderos de diversidad genética. Se han establecido normativas en varias regiones europeas para regular su tenencia, cría y traslado, con campañas de educación sobre tenencia responsable y control reproductivo.

Algunas
curiosidades

El cerdo vietnamita fue introducido en zoológicos europeos en los años 80 y más tarde popularizado como “mini pig”, aunque la mayoría alcanza 60–100 kg.

Su barriga colgante es una adaptación evolutiva que permite almacenar grasa y bajar el centro de gravedad para excavar con mayor estabilidad.

Son capaces de resolver problemas simples, abrir puertas o usar objetos con el hocico si se les entrena.

Tienen un gran sentido del olfato, superando incluso al de algunos perros, y se han entrenado para detectar drogas o trufas.

Poseen glándulas odoríferas que utilizan para marcar territorio o expresar estado hormonal.

Su voz cambia según la emoción: un chillido corto puede indicar alegría, uno largo puede ser miedo o dolor.

A menudo duermen muy profundamente, emitiendo ronquidos fuertes.

En algunas culturas asiáticas, los cerdos de barriga prominente son símbolo de abundancia, fertilidad y buena fortuna.

Su piel negra los protege parcialmente del sol, pero aun así disfrutan de la sombra y el barro como forma de enfriamiento.

Son sensibles al calor y al estrés, y en climas templados necesitan acceso a agua o zonas frescas.

Al ser omnívoros y excavadores, pueden alterar el suelo en zonas donde se asilvestran, afectando flora local.

Requieren una dieta equilibrada baja en grasa; muchas enfermedades en cautividad están relacionadas con obesidad o malnutrición.

Pueden convivir con otros animales domésticos si se socializan correctamente desde jóvenes.

Las hembras preparan un nido con ramas y vegetación antes de parir, incluso si no están en un ambiente natural.

Su inteligencia emocional les permite reconocer el estado de ánimo de los cuidadores y responder empáticamente.

Algunas personas los mantienen como animales de terapia por su carácter afable y su capacidad de interacción.

Si no se esterilizan, pueden desarrollar comportamientos agresivos o marcaje territorial.

Han sido protagonistas en campañas contra el abandono de mascotas exóticas debido a su popularización indebida en redes sociales.