Burro

Equus africanus asinus

Nombre común

Burro, asno, jumento, borrico, pollino

Hábitat

Zonas áridas, semiáridas, montañas rocosas y agrícolas; asilvestrado en áreas secas como Death Valley (EE.UU.) y Australia
Características

Familia

Equidae

Orden

Perissodactyla

Clase

Mammalia

Gestación

11–14 meses (330–450 días), más comúnmente ~360–410 días

Nº de crías

Por lo general 1 potro, raramente 2

P. Reproducción

No aplicable a nivel global; razas locales gestionadas en programas nacionales

Dieta

Consume pastos, arbustos, corteza, hierbas duras y vegetación arbustiva. Es rumiador primitivo capaz de digerir material de baja calidad

Vida

En libertad: 12–15 años habitualmente, casos en cautividad silvestre hasta 40 años En cautividad: Hasta 30–50 años

Biología y comportamiento

El burro doméstico es un mamífero ungulado perisodáctilo, descendiente directo del asno salvaje africano (Equus africanus), adaptado a la vida en entornos áridos y semiáridos. Posee una anatomía compacta y resistente, con extremidades fuertes, crin corta y erguida, y unas orejas largas y móviles que favorecen la termorregulación y la comunicación sonora. Sus pupilas horizontales le proporcionan un amplio campo visual, esencial para detectar depredadores. Tiene un sistema digestivo muy eficiente que le permite obtener nutrientes de vegetación de baja calidad, como hierbas secas, cortezas o arbustos espinosos. Es más resistente que el caballo a las enfermedades, a la deshidratación y a la escasez de alimentos, lo que lo convierte en un animal de trabajo ideal en climas duros. El color del pelaje varía del gris al pardo, a menudo con marcas en cruz en la espalda. Su longevidad, resistencia y bajo requerimiento alimenticio han favorecido su domesticación y uso extensivo en todas las culturas.

El burro muestra un comportamiento tranquilo, cooperativo, aunque muy prudente e inteligente. Su reputación de “terco” proviene de su fuerte instinto de autopreservación: no avanza si percibe riesgo. Es un animal social que vive en grupos familiares liderados por hembras o en harenes gestionados por machos dominantes. Establece lazos estrechos con otros burros y con personas, mostrando afecto y fidelidad. Es diurno, con picos de actividad en las horas frescas del día, y en climas calurosos busca sombra o reduce su movilidad. Se comunica mediante rebuznos intensos y variados que pueden escucharse a kilómetros. También emplea resoplidos, relinchos cortos y lenguaje corporal para advertir, saludar o mostrar incomodidad. Su excelente memoria le permite recordar rutas, fuentes de agua y experiencias pasadas, lo que le convierte en un animal muy confiable en entornos rurales. Los machos pueden ser territoriales, especialmente durante la época de cría.

El burro doméstico no está incluido en la Lista Roja de la UICN, ya que es una subespecie domesticada ampliamente distribuida. Sin embargo, las poblaciones de razas locales tradicionales están en declive debido al abandono del mundo rural, la mecanización agrícola y la hibridación. Muchas de estas razas se encuentran en peligro de extinción, como el burro andaluz, el catalán o el zamorano-leonés. Por otro lado, los burros asilvestrados presentes en países como Australia o EE. UU. pueden causar impactos ambientales negativos, como sobrepastoreo, competencia con fauna silvestre y erosión del suelo. La especie silvestre ancestral, Equus africanus, está catalogada como “En Peligro Crítico” por la IUCN debido a la fragmentación del hábitat, la hibridación con domesticados y la caza. Existen programas de conservación genética en marcha y santuarios para burros abandonados o maltratados. La FAO promueve la protección de razas autóctonas mediante bancos de germoplasma y conservación in situ.

Algunas
curiosidades

El rebuzno del burro puede escucharse hasta a 3 kilómetros de distancia, gracias a su resonancia única entre laringe y nariz.

Fue domesticado hace más de 5.000 años en el noreste de África, mucho antes que el caballo.

Puede transportar hasta un 30% de su peso corporal, incluso en caminos difíciles o sin agua por días.

En China, su piel es utilizada para producir “ejiao”, una gelatina usada en medicina tradicional, lo que ha provocado un comercio ilegal preocupante.

Tiene mejor memoria que un caballo: puede recordar rutas durante más de cinco años.

A diferencia del caballo, el burro conserva mejor el equilibrio en terrenos montañosos y secos.

Se considera uno de los animales de trabajo más resistentes del mundo.

En regiones como el Sahel africano, es indispensable para transportar agua y leña.

Hay más de 180 razas de burros en el mundo, muchas en peligro de desaparición.

En algunos países, como España, hay fiestas tradicionales que rinden homenaje al burro.

En zoológicos y reservas, se emplean a veces como “animales protectores” de cabras o cebras.

El cruce entre burro y yegua da lugar a la mula, un híbrido estéril muy valorado por su fortaleza.

Su inteligencia es comparable a la de los perros, según varios estudios etológicos.

Los burros salvajes asilvestrados en Australia son considerados especie invasora por su impacto ecológico.

Pueden vivir hasta 40 años con buena atención veterinaria.

Se están utilizando en terapias asistidas por animales por su carácter tranquilo y afectuoso