Aunque alimentar a los animales puede parecer un gesto de buena voluntad, puede poner en grave riesgo su salud. Cada especie tiene una dieta específica, cuidadosamente diseñada por el equipo de veterinaria y cuidado animal para cubrir sus necesidades nutricionales. Al darles comida no autorizada como pan, golosinas o cualquier otro alimento, puede causarles trastornos digestivos, obesidad, carencias nutricionales o incluso la muerte. A su vez, aquellos alimentos que podemos ver que están ingiriendo y que están incluidos en su dieta habitual como hojas, verduras o frutas, no debemos proporcionárselas nunca. Puesto que, cuando los animales se pueden acostumbrar a recibir comida de las/os visitantes, y, por tanto, pueden perder sus comportamientos naturales. Además, es habitual que se generen disputas y conflictos entre los individuos al competir por estos “premios”. Por el bienestar de todos los animales del parque, te pedimos que no los alimentes en ningún momento. De esta forma, ayudas a mantener su salud, su comportamiento natural y su calidad de vida.