Consecuencias del mascotismo

En animales salvajes
Uno de los guacamayos Shamrock que viven en Safari Mallorca fue mascota durante muchos años. Como muchas psitácidas (loros y guacamayos) mantenidas como mascotas, desarrolló una estereotipia llamada “picaje”, consistente en arrancarse las plumas debido al estrés, la soledad o la falta de estímulos adecuados. Esta conducta es común en loros criados sin compañía o en entornos poco enriquecidos. Desde que llegó a Safari Mallorca, se inició un cuidadoso proceso de rehabilitación basado en enriquecimiento ambiental: juegos, interacción social, estímulos sensoriales y libertad de elección. Con el tiempo, fue emparejada con otro guacamayo como principal estímulo social, y hoy realiza comportamientos naturales como la construcción de nidos y la incubación de huevos, signos claros de bienestar. Este progreso, aunque lento, es fruto de una estrategia centrada en el bienestar animal individualizado, que busca revertir las secuelas del cautiverio inapropiado. Así, este guacamayo es hoy símbolo de resiliencia, cuidado responsable y segundas oportunidades.